Romualdo Rymsza
“En enero pescábamos en una parcela de piedra de aproximadamente 30 minutos de la barra de São Francisco do Sul.”
Éramos tres en el barco, yo y dos amigos que no conocía la Victory. En el camino se sorprendieron con la navegación de la 245 porque ella simplemente no golpeaba y no mojaba. Uno de mis amigos hasta comentó: vale la pena navegar con este barco, inclusive para saber que ya existe en términos de navegación, sin comparación con ningún otro. Nos quedamos esperando hasta que el mar se quedase realmente rizado, lleno de olas golpeando. A las 18 hs cuando el mar estaba completamente convertido, comenzamos nuestro retorno. Fue fantástico. La Victory bajaba por las olas grandes y al llegar debajo abría el agua y levantaba la proa. Ni una gota de agua salada entró en el barco, aunque había mucho viento. Volvimos en ese mar horrible con mucha seguridad, la Victory iba cortando el mar como si fuese una laguna.
Después de esa experiencia me quedé todavía más tranquilo dentro de mi barco. Nunca me sentí tan sosegado en ninguno de mis anteriores barcos. Definitivamente valió la pena la compra.”